Cuando Fiona tenía 4 meses en plena edad de la travesura durante una ausencia mía, tiró una maceta con una planta de ornato, cuyo tallo masticó intoxicandose.
Al llegar a casa obviamente después del desastre de tierra y planta despedazada, me percaté que ella no se sentía bien, vomitaba babita y su semblante era malo, por lo que procedí a llevarla al veterinario. Fue mi primera mala experiencia con uno.
No trataron correctamente la intoxicación, después de una noche en vela vi que en la mañana siguiente ella había empeorado, por lo que decidí llevarla con otro médico. Un gran médico que hasta el día de hoy es quien atiende a mi pequeña manada.
Fueron 3 días bastante difíciles, pues al no querer tomar agua ni alimentos, tenía que hidratarla con suero cada media hora, solo media cucharadita a la vez, la fortaleza de Fiona, los cuidados médicos y la atención que le dí dieron resultados y ella mejoró.
Otra lección, nunca dejes plantas cerca de tus cachorros que puedan intoxicarlos.
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