Cuando hablamos de flatulencias puede ser motivo de risa, de vergüenza o hasta de enojo. Depende de la tolerancia al tema y al olor.
Dropy resultó muy particular con eso, no se si el olor o el sonido era lo que lo molestaba, pero si estaba cerca de alguien, llamese perro/persona que aventara una flatulencia, se enfurecía y se retiraba gruñendo.
En verdad parecía una persona mascullando y se mantenía a distancia hasta que le pasaba el enojo.Esto para nosotros era una situación graciosa y a las personas que les platicaba no me lo creían.
Pero en una ocasión, tuve una visita familiar en casa, acudiríamos a un compromiso y me esperaba mientras me bañaba y arreglaba para nuestra salida y se quedó sola. Como convalecía de una enfermedad, le ofrecí que se recostara mientras me alistaba y Dropy con su costumbre de saltar arriba de la cama, de inmediato se quedó a un lado de mi visita.
Me comenta esta persona que leía y de pronto sintió necesidad de desalojar una flatulencia. Pensó que era cómodo pues yo no estaba en la habitación así que la soltó.... ¡¡ jajaja!! - ¡si! - de pronto escuché una sonora carcajada, así que me asomé a la habitación y toda roja mi visita me dijo - ¡ Increíble lo de Dropy! y a continuación me platicó lo que había pasado y bueno, aún es tema de conversación y broma cuando nos encontramos, estoy hablando de al menos hace 6 años.
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