Un buen día, observé que la conducta de Dropy cambió, comía poco y se estremecía. Lo llevé al veterinario quien lo revisó y ordenó un examen de orina.
Que difícil es lograr captar una muestra de orina de un perro pequeño, practicamente me la pasaba "espiandolo" para ver cuando quería orinar y estar al pendiente de que al levantar la patita, meter rapidamente el vasito captador. Después de varios intentos, logré captar una pequeña muestra la cual llevamos al laboratorio.
Mi Dropy traía una infección de vías urinarias. El doctor después de algunas preguntas, no encontraba motivos para tal infección, dada las costumbres de mi perrito, así que llegó a la conclusión, que quizá uno de los componentes del alimento le estaba dañando.
Un tratamiento con antibióticos y cambiar la marca del alimento fue la solución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, gracias por visitar mi blog y dejar tu comentario. Con gusto te responderé aca mismo, o si deseas de forma privada por favor dejame tu correo electrónico y con gusto lo haré. Pasa un hermoso día.