sábado, 11 de febrero de 2012

Bruno el temperamental

A Bruno lo conocimos a mediados de Febrero de 2008 en la misma tienda de mascotas donde compramos a Kizzy y a Kimmy de color beige casi blanco, naricita rosada y ojos verdosos, muy guapito. Su registro dice que su cumpleaños era el 31 de Diciembre de 2007. Nuestras perritas estaban aun pequeñas así que solo lo vimos. Cual ha sido nuestra sorpresa regresar de compras 10 días mas tarde y Bruno aún estaba en esa fría jaula, muy desmejorado, así que hablé con mi esposo, si el se quedaba allí un poco más quizá su suerte no sería buena. Mi esposo desconfiaba pues pensó que no se lograría, realmente se veía mal, los huesitos de su cadera resaltaban.







Tenía el pelito bastante lampiño resultado de la desnutrición por el mal cuidado que tenía además de que le encontré algunas pulgas por lo que tuve que aplicarle dos veces talco y al ver que no se le quitaban y aunque era pequeñito lo tuve que bañar con shampoo antipulgas con agua tibia y secarlo perfectamente bien. Realmente era muy pequeño, a la semana de estar en casa una tarde mientras limpiaba algunas cosas el jugando se metió a un pequeño canasto de unos 20 cm de diámetro quizá hasta menos, cabía perfecto en el.




El nombre de Bruno lo elegí porque en ese entonces veía un programa del canal de cocina El Gourmet y uno de mis programas favoritos de unos chefs llamados Bruno y Olivier de orígen francés, el chef Bruno es algo narigón y paliducho y Bruno se me asemejó a el... bueno de algún sitio tengo que sacar los nombres, no creen?






Bruno desde el principio se integró a la manada a pesar de su seriedad convivía bien con los demás perritos, quizá por la edad se hizo de inmediato amigo de Kizzy y Kimmy





Una de sus cualidades, el menos lo veo así es que por las noches el duerme profundamente, siempre ha sido un dormilón, pero cuando está despierto se mantiene super activo.




Uno de sus juguetes favoritos cuando era pequeño era una piernita de Pollo, en verdad que disfrutaba estar acostado mordiéndola





El carácter de el es muy serio, aún así es muy cariñoso conmigo, al principio no era muy afecto a que le hiciera cariños pero con el tiempo el se acercaba a pedirlos.







Como lo escribí  en el titulo de esta entrada el siempre ha sido temperamental.  El 01 de Diciembre de 2008 a pocos días de cumplir su primer año Baloo lo atacó. En ese entonces cuando salían al "recreo" Baloo convivía con los perritos. Baloo se puso a perseguir a una moto que pasaba por la calle pero el por dentro del jardín corría ladrandole y Bruno atrás de Baloo tirandole mordidas con tan mala suerte para el que al morder a Baloo en una de sus patas, este se volteó y le tiró una mordida al lomo y le golpeó la parte superior de su ojo derecho con uno de sus dientes haciendo que por el impacto el ojo se saliera de su lugar.

Obviamente el "recreo" terminó en ese momento y llamamos al veterinario de inmediato quien por suerte estaba en su consultorio y llevamos rapidamente a Bruno. El doctor nos dijo que no nos preocuparamos, procedió a sedarlo y le reacomodó con éxito su ojo.


Le puso dos puntadas  en su parpado durante cinco días. El impacto fue tan fuerte que Bruno tuvo durante varios dias un enorme moreton en el contorno de su ojo. Por fortuna se recuperó muy rapido de este trance.




No ha sido lo únco que le ha pasado pues es algo peleonero con los perros más grandes, con frecuencia acosa a Vigo a la hora de la salida al "recreo" por lo que tengo que dejarlo encima de una mesa para evitar que Vigo lo lastime.



Bruno es un perrito con mucha gallardía.



Mas adelante platicaré de esos encontronazos y de la solucíon que dimos a los ataques de Baloo a los perritos, siendo su primera victima Bruno y la segunda y mas dolorosa Blackie cosa  que  ya comenté en la entrada de Blackie un Guerrero .






jueves, 9 de febrero de 2012

Kizzy y Kimmy

A finales de noviembre de 2007 mientras estábamos de compras en un centro comercial, sitio donde en un local comercial había una tienda de mascotas vimos a las pequeñas chihuahuitas. Una de ellas a la que posteriormente llamamos Kizzy, lloraba desconsoladamente. Estaban en una jaula con mucho frío. Era terrible verla llorar pegadita a su hermanita a quien llamamos Kimmy. No tenían ni una pequeña frazada. Es tan triste que los animalitos estén en esas condiciones en las tiendas de mascotas.

Se me hizo chiquito mi corazón de verlas tan asustadas, nuestro plan no era comprar mascotas. Ya en casa estaba nuestra familia perruna de Fiona, Blackie, Dropy, Poly, Milla, Mylos, Tucker, Kenzo, Baloo y Duquesa. Así que nos pasamos de largo a hacer nuestras compras. A la salida de estas la pequeña Kizzy seguía llorando, así que solo voltee a ver a mi esposo y me dijo: Ve.

Eso significaba preguntar por las pequeñas. Mi idea era traer a la pequeña llorona. Tan pronto me la pusieron en mis manos ella dejó de llorar y comenzó a lamer mi mano. No podía dejarla allí nunca más. Pero resulta que Kimmy al quedar solita en la jaula sin su hermanita comenzó también a llorar. Allí mi esposo le preguntó al empleado de la tienda que si nos llevábamos a las dos nos daría mejor precio, cosa que hizo. - Ahora mi percepción acerca de comprar perros ha cambiado pero eso lo platicaré más adelante -  Así que regresamos a casa con las dos pequeñas.


Kizzy y Kimmy en la Navidad de 2007

Fue estimulante tener a las dos pequeñitas en casa, los perros al principio se mostraron celosos, pero quien terminó adoptandolas fue Milla, siempre las defendía y regañaba a los demás perritos cuando estos se portaban mal con las chaparritas.






Kizzy y al fondo Kimmy


Kizzy y Kimmy en manos de su "abuelo" y lengueteandose


Recuerdo una de sus travesuras preferidas. Que era meterse dentro de la funda de mi almohada. Por las tardes tomaba una siesta en una colchoneta y ellas se acostaban junto a mi. Pero si yo me volteaba de lado o si me levantaba a hacer algo, de pronto ellas se me desaparecían. La primera vez que lo hicieron me llevé el susto de mi vida pues no las encontraba por ningún lado, aunque si escuchaba ruiditos, hasta que de pronto vi que mi almohada se movia, eran ellas adentro de la funda. Me reí tanto la primera vez que lo hicieron.


Kizzy y Kimmy jugando con la funda de mi almohada

Estas hermanitas son unas perritas muy activas, unas "todo terreno" como les dice mi esposo. Super saludables. Kizzy es la aventurera, creció muchísimo, de cariño le digo "Tribilina" se parece mucho a Goofy el dibujo animado. Kimmy tiene más temperamento pero ambas son muy nobles y muy buenas para tomar sus medicamentos, con ellas no hay peleas a la hora de desparasitarlas... bueno Kimmy si odia las inyecciones, la engaño tapandole la carita porque si ve la aguja cuando la voy a vacunar, se resiste y vaya que es muy fuerte.






Cuando las esterilizamos tan pronto despertaron de la anestesia no se mimaron nada, comieron como de costumbre y jugaban como si nada. Claro está tomamos los cuidados para que se restablecieran pronto y cuidandolas para evitar que la herida se les infectara.



Despertando de la anestesia despues de su esterilización. Kizzy de color azul y Kimmy de color rosa.

 Aplicandoles el antibiotico y desinflamatorio indicados por el medico los primeros cinco días posteriores a la operación y aplicarles el liquido cicatrizante y gasas para proteger la herida y por supuesto el uso de la venda para soportar los puntos durante los primeros 10 dias posteriores a la operación y finalmente el retiro de puntadas al mes de la operación. Actualmente están perfectamente bien.

Por cierto el nombre de Kizzy lo tomé del libro Raices de Alex Haley, es el nombre de la hija de Kunta Kinte el protagonista y el de Kimmy por el personaje de Cameron Diaz en la película La Boda de mi mejor Amigo.

La ultima perro aventura que tuvo Kimmy fue un mal encuentro con el temperamental Vigo, quien estaba enojado porque un perro de la calle caminaba por nuestra banqueta, corria ladrandole por dentro de nuestro jardín lo mismo que Kimmy cuando Vigo le  tiró un mordisco para alejarla con tan mala suerte para ella que le dió un colmillazo en el cuello a mi pequeña, obviamente castigue a Vigo media hora amarrado y lo regañé, por fortuna no fue profundo el colmillazo y hoy a dos dias del incidente ella se encuentra muy bien, solo tuve que desinfectar la herida con anticeptico y aplicar cicatrizante y darle una tableta para el dolor pues se quejaba.



viernes, 3 de febrero de 2012

Blackie un guerrero

El tiempo es un bálsamo para las heridas. La ausencia de Fiona nos dejó un vacío de presencia y esencia. El mas afectado de la manada ha sido Blackie, esporádicamente se pone a buscarla, es como si la recordara. Es difícil olvidarla pero con los días ha sido menos doloroso recordarla.

El pasado  jueves 16 de enero Blackie enfermó. Comenzó a vomitar y estaba inapentente. La visita al veterinario fue obligada y pensando que había comido algo que le obstruyo su estomago, su "abuelo" lo llevó  al veterinario mientras yo me quedaba con la manada en su recreo vespertino.  No tenía fiebre ni diarrea pero para descartar infección le aplicaron antibiótico y vitamina para evitar que se debilitara por no probar alimento.

 El viernes empeoró, estaba debilitandose a pasos agigantados y vomitaba más. Así que esta tarde cuando lo vi peor lo llevé yo con su medico y le pedí que le aplicara algo para la intoxicación, dado que no parecía ser una infección. El médico me apoyo en mi petición y  Blackie pareció mejorar hacia la noche.

Es tan difícil conocer las causas de las enfermedades de nuestros chaparritos, si bien no hablan si se comunican con uno. Aprendemos a entenderlos por el conocimiento que tenemos de sus acciones y actitudes.

El sábado continuaba sin probar alimentos, nuestro único alivio era ver que si tomaba agua el solo. Así que aunque el medico ya le había aplicado dos días la vitamina el sábado comencé a darle un poco de Yacult, que es un producto lácteo que ayuda mucho al estomago por los lactobacilos que contiene. Si me lo aceptó pero en pequeñas cantidades, eso pareció reanimarlo mucho.


Blackie 18 Enero 2012



Mi mayor preocupación era que no había defecado. La ultima vez que lo hizo fue el miércoles por la tarde. Así que el sábado en la tarde, le dije al "abuelo" que fuera a la farmacia a comprar unos supositorios de glicerina para bebé. Con unos guantes procedí a aplicarle uno, el cual de forma en casi inmediata expulsó junto con un poco de diarrea. Esto al parecer le dio más alivio así que una hora más tarde cuando lo llevamos a su revisión medica le comenté a su médico lo que había hecho y viendo lo distendido que tenía su estomago, le agregó un medicamento nuevo para acelerar su digestión, deseando que lo que fuera que tuviera en su estomago pudiera arrojarlo. 

Esa misma noche volvió a arrojar diarrea. Yo le daba Carbo Pulbit disuelto en agua cada hora por medio de una jeringa, solo traguitos.

El domingo al medio día volvimos a llevarlo a revisión y aplicación de medicamentos, le comenté al medico que ya comía un poco más de Yakult, así que procedimos a intentar alimentarlo con la dieta Recovery de Royal Canin. Fue un  gran alivio ver que aceptaba probaditas del alimento. Hacia la noche estaba bastante mejor e incluso defecó de forma normal.

 El lunes  Blackie salió con la manada al "recreo" matutino. Fue tan bonito verlo correr entre los perritos, ladrando de contento de que iba a jugar. Ya se comportaba casi de forma normal.  Le di su alimento el cual comió de forma moderada y por la tarde volvió a comer una pequeña cantidad durante la hora de la comida de la manada. Fue tan bonito ver que ya defendía su plato de los perritos, quienes atraídos por la dieta blanda de Blackie, intentaban robarle una probadita. Su ladrido era aun débil, habían sido días muy complicados. Esa tarde lo llevamos por quinta y  ultima vez a revisión, el médico le dio alta pero sujeta a que el siguiera actuando de la misma forma, cosa que afortunadamente sucedió.

El martes por la tarde Blackie volvió a sus andanzas, andaba de galán con Romita intentando montarla en su juego de seducción, lógicamente Roma no esta en celo, es solo un juego que hacen algunos machitos con ella. El peligro había pasado.



Este marzo nuestro Blackie cumplirá 12 años de edad. Es un guerrero, un luchador.  Cuando tenía 4 años lo operaron por una hernia en su estomago y hace 3 años sobrevivió a un ataque de Baloo  cuando lo hizo perder un ojito, anécdota que les platicaré más adelante.

Por lo pronto estoy agradecida con Dios por haber ayudado a mi chaparrito a librar este trance.